(431) NUNCA HA HABLADO HOMBRE COMO ÉSTE
Jubiloso estruendo se oía,
De un varón que milagros
hacía,
A los hombres convencía
Que poder de Dios tenía;
Todo el mundo a él salía:
Al enfermo iba sanando
Y a los muertos resucitando;
¡Nunca ha hablado hombre
Como éste!
Mi Jesús, el santo de Dios.
2
Cerca de una ciudad a la
entrada,
Un varón ciego mendigaba,
Cuando oyó que allí pasaba
Un Señor, dizque sanaba:
El clamó con toda el alma,
Y Jesús lo consoló,
Pues su vista restauró:
¡Nunca ha hablado hombre
Como éste!
Mi Jesús el santo de Dios.
3
Angustiada una madre lloraba,
Pues los restos de su hijo
llevaban;
El vivir ya no deseaba,
Muerto había el que ella
amaba;
A Naín Jesús llegaba,
Cuando al féretro se llegó
Aquél ser se incorporó;
¡Nunca ha hablado
Hombre como éste!
Mi Jesús, el santo de Dios.
4
Por violenta tempestad
cruzaban
Cierta vez que en alta mar
Navegaban;
¿quién nos salvará?
Pensaron,
Y a Jesús que dormía
despertaron;
Y asombrados se quedaron,
Cuando al reprender la mar
hizo al
Viento aun cesar:
¡nunca ha hablado
Hombre como éste!
Mi Jesús, el santo de Dios.
Lorenzo E. Salazar
Himnario de Suprema Alabanza no. 344
Himnario de Consolación no. 298
Himnario de Alabanza y Victoria no. 431
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